David Lobo y Clara Arburuas, tras una larga experiencia en el sector de la restauración, se han decidido a ofrecernos un nuevo proyecto en Madrid. El bar y restaurante La Sucursal está pensado para los que nos gusta comer o cenar tapeando.

Situado muy cerca de la glorieta de Bilbao, en la C/Sandoval, 4, el Restaurante la Sucursal es un local moderno, no muy grande pero muy agradable. Al disfrute del momento contribuyen los muebles artesanales y los colores empleados en la decoración en la que predominan las maderas y el relajante azul.

 

La barra que nos encontramos al entrar es un lugar multivalente, ideal para la hora del desayuno, del aperitivo o para degustar unas tapas sobre la marcha o tomar una copa. Una segunda barra nos invita a un picoteo más reposado y también nos aporta un lugar agradable para desayunar mas sosegadamente o para comer algo rápido al medio día.

Adentrándonos en el restaurante nos encontraremos una mesa para un grupo de unas seis personas y que sirve como transición hacia la sala donde se encuentra otras siete mesas más pequeñas.

En el Restaurante La Sucursal sobresale la atención, que es muy cercana y amable, que se recibe directamente de los propietarios y otra simpática ayudante. El trato tan personal y cercano es una característica que sorprende y agrada desde el principio.

El chef de origen argentino, Guillermo Usardi y la pareja propietaria, David y Clara, han elegido una carta para personas con gustos refinados, urbanitas y amantes de los productos gourmet. Los amantes de los quesos artesanales y los bocadillos y tostas acompañadas de especialidades delicatessen seguro que van a disfrutar. El magret de pato y el sándwich de pastrami son dos ejemplos de las delicias que se pueden degustar en el momento del tapeo o de una comida rápida y que se pueden acompañar de un buen vino o una cerveza.

Cuando se dispone de un poco más de tiempo son muy recomendables los espárragos con salsa romescu y si apetece algo más fresco se puede elegir una deliciosa ensalada como la de tomate de temporada relleno de brandada de bacalao. Las patatas bravas son un plato típico de este restaurante y muy ricas siempre que no exijamos tomar unas “bravas típicas madrileñas”. Aconsejamos no perderse la carrillada con puré de papa y la escalivada con sardina ahumada. Se recomienda también el pulpo asado o la hamburguesa de rabo de buey envuelta en crepineta, ésta última, todo un descubrimiento

 

En los postres apostamos por el cremoso de chocolate con praliné de cacahuete,  por el flan de nata La Sucursal en salsa de maracuyá,  la tarta de zanahoria o el crumble de manzana a la sidra

La bodega no es extensa pero se pueden degustar tanto vinos blancos como el albariño como vinos tintos entre los que figura algún D.O. Ribera del Duero muy recomendable. En la elección de los vinos de la carta del restaurante La Sucursal se aprecia el afán de David Lobo de que exista una armonía y una posibilidad de maridaje estimulante entre los platos que se pueden degustar y los vinos disponibles.

 

A la hora de tomar un aperitivo también se puede elegir un vermut y si lo que deseamos es tomar una copa, la selección de rones y ginebras es muy adecuada para prolongar la comida o la cena con una buena charla.

Podemos resumir la oferta del restaurante La Sucursal como una muy cuidada selección de platos que podemos clasificar como delicatessen con un punto de sofisticación y a precios muy ajustados que sitúan al cubierto en algo más de unos 20 euros. La carta no es extensa pero sorprende y está pensada para que, si se desea, se puedan compartir todos los platos. Si a lo dicho añadimos la excelente atención que se recibe y lo acogedor del local, tenemos todos los ingredientes para el disfrute de un muy buen momento en Madrid.

 

 

Ángel Marqués de Ávila. Crítico gastronómico y autor del blog Las cosas del Marqués

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